En un relato, Abu al 'Abbas, 'Abdullah Ibn 'Abbas -Dios este complacido con los dos-, dijo:
Un día estaba detras del Profeta -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, y me dijo:
"¡Oh joven!, te voy a enseñar unas palabras: Guarda a Dios, y te guardará. Guarda a Dios y lo encontrarás ante ti. Si pides algo, pídelo a Dios, y si necesitas ayuda, acude a Dios, y conoce que si todo el pueblo se reúne para beneficiarte en algo, no te beneficiarán excepto en lo que Dios ha escrito para ti, y si reúne para perjudicarte en algo, no te perjudicarán salvo en algo que Dios haya escrito sobre ti. Las plumas se han levantado y las hojas se han secado".
Lo transmitió al Tirmidi y dijo que es un Hadiz aceptable y correcto. Y en un relato de otro:
"Salvaguarda a Dios, lo encontrarás ante ti, acuérdate de Dios en el bienestar y se acordará de ti en el apuro. Y conoce que lo que te ha fallado no podía haberte tocado. Y que lo que te ha tocado no podía haberte fallado. Y conoce la victoria con la paciencia, que el alivio viene con el apuro y que con la dificultad surge la facilidad".
La mezquita de Badajoz, un lugar de comunión social
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