En un relato Ibn Mas'ud -que Dios este complacido con él- dijo:
El Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, dijo:
"No es permitido derramar la sangre de un musulmán excepto en uno de estos tres casos: el casado que comete adulterio, vida por vida y el que deja su religión y rechaza la comunidad".
Lo transmitierón al Bujari y Muslim.
La mezquita de Badajoz, un lugar de comunión social
Hace 1 semana
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